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Las mujeres alimentan al mundo. Soberanía alimentaria en defensa de la vida y el planeta

En el camino de construir una propuesta de Soberanía Alimentaria deben quedarse atrás los prejuicios sexistas y esta nueva visión del mundo debe incluir a las mujeres, sus necesidades y reivindicaciones.

La publicación de este libro “Las mujeres alimentan al mundo. Soberanía Alimentaria en defensa de la vida y del planeta“, reafirma el compromiso, acompañamiento e implicación de Entrepueblos en los procesos de empoderamiento de las mujeres campesinas e indígenas y en la reivindicación de sus derechos en la lucha por un mundo rural vivo sostenible y por la soberanía alimentaria.

Una soberanía alimentaria que se concibe como una propuesta de futuro, sustentada en principios de humanidad, como son la autonomía y la autodeterminación de los pueblos y de las personas.

En este sentido toman fuerza las palabras de Francisca Rodriguez, líder de La Vía Campesina y de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas-ANAMURI (Chile), la Soberanía Alimentaria es un principio, una ética de vida, una forma de ver el mundo y construirlo basado en la justicia social y la igualdad, o la opinión de Lidia Senra, dirigente del Sindicato de Labregos e Labregas de Galicia al afirmar que en el camino de construir esta propuesta de Soberanía Alimentaria deben quedarse atrás los prejuicios sexistas y esta nueva visión del mundo debe incluir a las mujeres, sus necesidades y reivindicaciones que permitan el desarrollo de sus capacidades en la producción agrícola y alimentaria.

Desde sus inicios, hace ya más de 20 años, Entrepueblos ha establecido alianzas con organizaciones y movimientos de mujeres que han impulsado diversidad de luchas y resistencias dirigidas a:

  • Potenciar la irrupción de las mujeres en las estructuras organizativas comunitarias y en las funciones de responsabilidad colectiva. Visibilizar las necesidades y las aportaciones de las mujeres en la lucha por la justicia social y la equidad.
  • Asegurar su acceso a los servicios comunitarios, su acceso a la propiedad de la tierra y vivienda en igualdad de condiciones.
  • Luchar contra la violencia de género, por la salud sexual reproductiva y por la autonomía personal de las mujeres en los diferentes ámbitos de la vida (social, económico, afectivo, etc.).
  • Potenciar la implicación de los hombres en estrategias de equidad de género.

En este proceso hemos ido avanzando con las organizaciones y las mujeres de los países de América Latina, Marruecos y también de Europa desde la lucha por la igualdad de derechos a la estrategia de incorporación del enfoque de género en todos los procesos de emancipación que apoyamos.

Hemos buscado complicidad en la oposición al doble sistema de dominación capitalista globalizado y patriarcal. Nos hemos ilusionado en la construcción de alternativas y nos hemos vinculado aredes locales e internacionales en las que convergen organizaciones campesinas, pueblos indígenas, movimientos feministas, ecologistas, ONG, comunidades religiosas, sindicatos… y una larga lista de sectores implicados en la idea de que “otro mundo es posible”, aunque, sin olvidar, “no sin nosotras”. Coherentemente con esta evolución, hemos incorporado la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres como un eje transversal de trabajo que debe estar presente encada una de las acciones de cooperación y solidaridad internacional que apoyamos, pero también en el trabajo que desarrollamos en el ámbito de la educación emancipatoria.

Esta determinación nos ha generado la necesidad de profundizar en la visibilización de las desigualdades y en la construcción de estrategias de equidad y empoderamiento de las mujeres en ámbitos como el de la lucha por un mundo rural vivo y por la soberanía alimentaria.

En este terreno hemos encontrado pocos caminos explorados y, además, un gran vacío teórico, que no se corresponde con la práctica cotidiana de trabajo y lucha, individual y organizada, de millones de mujeres en todo el mundo. Y es con el ánimo de contribuir a explorar y llenar los vacíos e invisibilizaciones, que desde hace algunos años venimos potenciando nuestro trabajo en los siguientes ejes de intervención:

  • Apoyar proyectos de desarrollo concebidos, gestionados y dirigidos por mujeres.
  • Impulsar el enfoque de género en proyectos de desarrollo comunitario.
  • Promover un debate sobre la aplicación del enfoque de género.
  • Difundir la experiencia generada en los países donde se trabaja, dirigida a combatirla invisibilidad del papel fundamental de las mujeres en los procesos de desarrollo.
  • Generar un cambio de actitudes en las sociedades del Norte y el impulso de formas de solidaridad transformadoras.

Para dar a conocer la situación de las mujeres, pero sobre todo, sus experiencias de trabajo y sus luchas por transformar las relaciones sociales de desigualdad,hemos impulsado diversas iniciativas: jornadas internacionales, elaboración de materiales, publicaciones y trabajos audiovisuales. Haciendo un breve repaso y en orden cronológico destacaríamos: (2005-2006)

  • Las primeras Jornadas Internacionales “Mujeres, globalización y mundo rural: desigualdades, sueños y rebeldías. Protagonistas en la lucha por la soberanía alimentaria” con gira por diferentes Comunidades Autónomas.
  • El CD: “Pan y Rosas. Soberanía alimentaria y género” que incluye: un marco teórico con aportaciones de Irene León y Lídia Senra (La Vía Campesina), bibliografía relativa al tema y otros materiales de Entrepueblos sobre soberanía alimentaria y género, entrevistas a mujeres campesinas y expertas que participaron en las jornadas internacionales poseedoras todas ellas de reflexión teórica y de experiencia de trabajo (Lidia Senra Secretaria General del SLG, Justina Cima del Movimento de Mulheres Camponesas de Brasil, Juana Cossío dirigente campesina de la Federación de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia – Bartolina Sisa, las tres vinculadas a la Comisión Internacional de Mujeres de Via Campesina; Nadia Nair, Universidad Abdelmalek Essaadi, de Tetuán). (2007)
  • Producción del documental “Campesinas, semillas de cambio”,que muestra el trabajo de varias organizaciones de mujeres campesinas que tratan de generar cambios en las relaciones de desigualdad de género, viven en sus comunidades fortaleciendo la economía familiar con producción orgánica de alimentos para mercados locales y nacionales. Son experiencias de la asociación de mujeres Alanel (Guatemala), Centro de Mujeres Xochilt Acalt (Nicaragua) y el sindicato de mujeres campesinas CONAMUCA (República Dominicana). La realización del documental fue de Joaquin Zuñiga y la producción de Ernest Cañada. Una producción de Alba Films para Entrepueblos con la colaboración de Fundación Luciérnaga y Vía Campesina
  • En Andalucía, una publicación “Mujeres Campesinas Andaluzas, Testimonios y Estrategias para la Soberanía Alimentaria”, la iniciativa de edición a cargo del Grupo de Soberanía Alimentaria y Género de Sevilla, la producción de Entrepueblos (Entrepueblos, una de las organizaciones fundadoras), fotografías de Carmen Caballero y textos elaborados desde la Universidad Rural Paulo Freire de Sierra de Cádiz. (2008-2009) Este periodo ha sido muy intensivo en el desarrollo de actividades.
  • Celebración de las segundas Jornadas Internacionales “Las mujeres alimentan al mundo, no más invisibilidad, derechos y recursos: Soberanía Alimentaria” que comportó una gira por diferentes localidades del territorio español de las dirigentes Maguiorina Balbuena secretaria de relaciones de CONAMURI (Paraguay), Elizabeth López vicepresidenta de ANAMURI (Chile) y Rosana Tenroller representante de MMC-Brasil. El objetivo marcado en las jornadas, fué visibilizar como las organizaciones de mujeres desde diferentes perspectivas luchan en defensa de los derechos: alimentación, acceso a la tierra, a los territorios, al agua y las semillas, a la vivienda, medio ambiente, salud, educación, sexualidad, autonomía, autoestima, buenas condiciones de trabajo, participación en la vida de la propia comunidad, en definitiva un enorme trabajo y sabiduría.

Sin lugar a dudas, toda esta actividad ha significado un gran desafío para las gentes de nuestra organización, pero también un gran compromiso e implicación por parte de la Comisión de Género de Entrepueblos que siempre y en todo momento ha contado con la complicidad y el esfuerzo de las mujeres de Vía Campesina, sobre todo de las mujeres que integran la Comisión Internacional de Mujeres de Vía Campesina y muy especialmente Lidia Senra. A ella nos gustaría agradecerle el privilegio que nos ha brindado de compartir los retos lanzados por las mujeres de Vía Campesina, con una perspectiva feminista de la Soberanía Alimentaria que va asociada a la reivindicación de unas de las áreas de producción de bienes y conocimientos más devaluadas socialmente y económicamente, asociada además, a la exclusión y confinamiento de las mujeres, la producción de alimentos.

La división patriarcal del trabajo hace que así sea. Nos sitúa en el campo de las contradicciones, pero reivindicarlo significa una transformación social y una llamada a la autodeterminación y a la justicia de género, principios que forman parte del feminismo.

Hasta aquí nos hemos podido sumergir en un relato de los antecedentes que preceden a la publicación de este libro. Muchas han sido las ilusiones, muchos los compromisos de toda la gente que nos ha acompañado y ayudado en el proceso. Con el convencimiento de que el reto ha valido la pena, esperamos que este libro sea un buen instrumento para todas aquellas personas, movimientos y organizaciones sociales, organizaciones de mujeres, movimientos feministas que trabajan y luchan en pro de un mundo más justo, sostenible y equitativo.

Somos conscientes que debemos seguir trabajando con firmeza para abrir nuevos caminos para la formulación de análisis, propuestas y procesos de protagonismo de las mujeres en la lucha por la soberanía alimentaria.

En este sentido una referencia a las ideas de la antropóloga feminista mejicana Marcela Lagarde, la utopía feminista ha surgido como crítica histórica y personal al poder patriarcal y como deseo y anhelo de relaciones solidarias, de cooperación, no jerárquicas, de trabajo grupal y responsabilidad individual, de acceso a recursos necesarios para la vida y de desarrollo de las capacidades humanas de una forma democrática… …debería conducir a cambios ideológicos,intelectuales y afectivos, en nuestras mentalidades y subjetividades, pero sobretodo, de formas de comportamiento y de vida… Deseamos liderazgos entrañables, asertivos, coaligados y comprometidos, con incidencia, apoyados y sustentados, democráticos, locales y globales.

Deseamos que cada vez más mujeres con conciencia feminista ocupemos espacios y posiciones para avanzar…sí,pero diferentes: desde cada una, desde una misma, con las otras mujeres. Así pues,este libro pretende también analizar y profundizar en el concepto de Soberanía Alimentaria, término propuesto por la Vía Campesina en la Cumbre de la Alimentación de la FAO (1996), desde la perspectiva de los pueblos de definirlas propias políticas agroalimentarias, del derecho de proteger y regular la producción y el comercio agrícola interior para conseguir los objetivos de un desarrollo sostenible.

Una soberanía alimentaria, considerada en definitiva un proceso defendido por los pueblos para la consecución del derecho a la alimentación. Los países, pueblos y las comunidades están compuestas por personas diversas con desigualdades, entre ellas las de género y etnia. Si esto no se tiene en cuenta al trabajar hacia la soberanía alimentaria, no será posible romper con estas desigualdades y, por lo tanto, se podrán volver a reproducir fácilmente. En la perspectiva de un proyecto político como es el de la soberanía alimentaria, si se quiere construir con equidad, se tienen que contemplar y analizar todas estas desigualdades estructurales para que las propuestas contengan claros elementos que formulen un proyecto que sea igualitario y equitativo hacia todas las personas de los pueblos.

Esta es una preocupación latente en todos y cada unos de los artículos del libro; la necesidad de definir de manera transversal e integral una propuesta de soberanía alimentaria con equidad de género y por lo tanto, que transforme las relaciones de poder y desigualdades entre hombres y mujeres en todos estos aspectos ya mencionados.

El libro se estructura en cuatro partes.

En una primera parte, “Mujeres y Soberanía Alimentaria” se incluyen los siguientes artículos:

  • “Las mujeres gestoras de la soberanía alimentaria” , de Irene León – FEDAEPS – ADALAI y Lidia Senra – Sindicato Labrego Gallego y de la Comisión internacional de las Mujeres de la Vía Campesina, que nos presentan una aproximación a las situaciones de las campesinas e indígenas y sus propuestas para conseguir la igualdad de derechos entre mujeres y hombres en el marco de la lucha por la soberanía alimentaria
  • “La alimentación ¿Negocio o Derecho? Claves para la Soberanía Alimentaria”, de Alex Guillamón coordinador técnico de Entrepueblos, analiza la perspectiva de la soberanía alimentaria como instrumento que apela también a una nueva relación entre los países ricos y los países empobrecidos y nos describe las claves para entender que la vulnerabilidad alimentaria es una cuestión que afecta a uno y al otro lado de esa línea imaginaria que separa el Norte y el Sur, afectando de forma distinta a hombres y mujeres. No se pueden hallar soluciones que impliquen solamente cambios en los países donde el hambre hace sus estragos más agudos,sino que implican transformaciones en el modelo de desarrollo y en las relaciones internacionales de poder.

En la segunda parte “Campesinas e indígenas, sueños y rebeldías desde América Latina”, incluye:

  • Una investigación de Rosana Tenroller del Movimiento de Mulheres Camponesas de Brasil – MMC, “La lucha por el reconocimiento de los derechos y el acceso a la tierra para las camponesas brasileiras”, analiza la lucha de las campesinas brasileñas por el reconocimiento de sus derechos y el acceso a la tierra. Tenroller narra la realidad del campo en Brasil, la producción agrícola brasileña, el empleo delos trabajadores y las tasas de analfabetismo, una larga historia de desigualdades sociales, con un modelo de producción y exportación basado en los monocultivos, los agrotóxicos y la concentración de la tierra.
  • “Voces de las mujeres rurales chilenas: tierra y trabajo”, de Luisa Curín de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas- ANAMURI, realiza un estudio sobre las experiencias de las campesinas e indígenas chilenas, una retrospectiva histórica y un análisis actual de la agricultura chilena desde una perspectiva de género. Curín percibe un cambio sustancial en la composición de la mano de obra agrícola chilena, un proceso de creciente proletarización y precarización de las condiciones de trabajo. El impacto es muy negativo en las mujeres que a pesar de componer el 52 % de la fuerza de trabajo en las zonas de mayor producción agroexportadora, su trabajo de temporada es sin contratos laborales,sin protección social ni previsión social. Un nuevo escenario para las mujeres del campo solo es posible con un fortalecimiento de su conciencia organizativa y a partir de su participación social.
  • “La lucha por el mismo derecho, propiedad privada y territorios en disputa en Guatemala”, de Diana García de Alianza de Mujeres Rurales de Guatemala, entra a considerar los derechos y relaciones de propiedad respecto a la tierra por parte de las mujeres campesinas e indígenas, analiza dos ejes problemáticos; aborda el marco de las ideas originadas y desarrolladas en el ejercicio colectivo de hacer memoria histórica para considerar, desde ahí, algunos de los elementos que redimensionan la relación que las mujeres campesinas establecen con la propiedad de la tierra. Diana García cierra con algunas reflexiones finales que buscan visibilizar los desafíos que tienen las mujeres en el nuevo ciclo de luchas colectivas.
  • Finalmente Irene León de FEDAEPS Ecuador/ALAI en “La tierra, el sumak kausay y las mujeres” analiza el principio de indivisibilidad de la Madre Tierra. Irene León considera que no es indispensable la propiedad privada para tener acceso ala tierra. Hoy en el Ecuador, además de la propiedad privada, coexisten diversas formas de acceso: comunal, comunitario, territorios de los pueblos y nacionalidades indígenas, y territorios intangibles, ahora visibilizados y reconocidos constitucionalmente.

En la tercera parte, “Campesinas, sueños y rebeldías desde Europa”, se incluye:

  •  “La cotitularidad en las explotaciones agrarias familiares. Una larga lucha de las mujeres campesinas”, de Lidia Senra (dirigente del Sindicato Labrego Gallego y de la Comisión de las Mujeres de Vía Campesina en Europa). Senra nos relata con todo tipo de detalles la incansable lucha de las mujeres por la titularidad compartida de las explotaciones ya que cualquier medida de acción positiva a la que las mujeres trabajadoras tengan acceso y derecho por el hecho de ser trabajadoras, siempre tiene que ser reclamada por las campesinas que no son titulares de la explotación por vía administrativa y en los tribunales.
  • Desde Cataluña, Rosa Binimelis, Mariona Bosch y Amaranta Herrero – Institut d\’Economia Ecològica i Ecologia Política -IEEEP en una investigación que han realizado bajo el título “A sol i serena. Mujeres, campesinado y agroecología”, consideran que existe una subestimación de las mujeres en el mundo rural como sujetos activos tanto en las políticas públicas como en la elaboración de estadísticas oficiales. Observan una cierta evolución en relación a la vinculación de las mujeres al mundo rural. Muchas mujeres encontraban su futuro vinculado a la actividad agraria como única opción de vida, pero después, dedicarse a la agricultura se convertirá en una profesión muy devaluada. Sin embargo, a pesar de que las barreras y los prejuicios existentes no faciliten sus trayectorias, hoy en día también encontramos mujeres que quieren ‘volver a ser’ campesinas, sobre todo en el terreno de la agroecología.
  • Desde el sindicato EHNE-Bizkaia, vinculado a la Vía Campesina, Iratxe Arriola, Henar Gómez y Ainhoa Iturbe escriben “La mujer baserritarra, esa valiosa especie en peligro de extinción”, y realizan un diagnóstico de la situación de las campesinas que han sido invisibilizadas durante siglos; consideran que estas mujeres han sido heroínas en sus huertos y alrededor de sus hogares. Para terminar, exponen las demandas de las mujeres baserritarras, consideran que todavía hay un largocamino por recorrer en relación al reconocimiento de las mujeres rurales y lamejora de sus condiciones de vida.

Finalmente, en “Retos y compromisos”, Maria Jesús Pinto de Entrepueblos escribe “Mujeres campesinas e indígenas, mujeres abriendo caminos en defensa de la vida, de las personas y del planeta” y plantea una serie de retos:

  1. trabajar por la articulación política en torno a un proyecto de sociedad justa con equidad de género, enlazando las luchas de las mujeres y de las organizaciones sociales, campesinas, indígenas…en los distintos países, buscando el diálogo entre campo y ciudad;
  2. fortalecer las alianzas entre los pueblos indígenas, las organizaciones campesinas, de pescadores, de mujeres, de ambientalistas, de jóvenes, barriales, de comedores comunitarios, de personas consumidoras, sindicales y desarrollar una fuerza social que construya y defienda la soberanía alimentaria en sus múltiples aspectos;
  3. articular la lucha por la soberanía alimentaria con la soberanía energética, ecológica y otras soberanías de los pueblos que permita acabar con un modelo depredador de los derechos ambientales, humanos, de los pueblos, de las mujeres…;
  4. denunciar la criminalización de las luchas y legitimar la resistencia por la defensa de territorios donde puedan vivir mujeres y hombres con equidad. Esperamos que la lectura de esta publicación haya visibilizado las estrategias que millones de mujeres en distintas partes del mundo adoptan para defender su medio de vida y para reivindicarse como sujetas activas en las transformaciones sociales y que hayamos contribuido a un reconocimiento de su trabajo, de su forma de hacer y de sus conocimientos acumulados.

Aún más, sentiríamos una gran satisfacción si ésta ha significado una provocación, una motivación para que amplios sectores públicos y privados de la sociedad, movimientos y organizaciones sociales, organizaciones de mujeres y movimientos feministas se impliquen en esta propuesta para la humanidad que quiere transformarlas relaciones sociales y las relaciones con la naturaleza. Nuestra propuesta ha sido clara, un compromiso en la lucha por una soberanía alimentaria que priorice en términos de justicia y equidad las necesidades de las personas,hombres y mujeres, y no las necesidades del mercado capitalista. Las leyes del mercado capitalista, los acuerdos de libre comercio, las empresas transnacionales, los acuerdos de la OMC, las prospecciones biogenéticas y la biopiratería son las grandes amenazas sobre los conocimientos de las mujeres,las relaciones con la tierra, la agricultura, la producción de alimentos y la sostenibilidad de la vida.

SUMARIO

1ª. PARTE: MUJERES Y SOBERANíA ALIMENTARIA

  1. “Las mujeres gestoras de la Soberanía Alimentaria”. Irene León – FEDAEPS – ADALAI y Lidia Senra – Sindicato Labrego Gallego y Comisión de las Mujeres de Vía Campesina en Europa
  2. La Alimentación ¿Negocio o Derecho? Claves para la Soberanía Alimentaria. Alex Guillamón – Entrepueblos

2ª. PARTE: CAMPESINAS E INDíGENAS, SUEñOS Y REBELDíAS DESDE AMéRICA LATINA

  1. La lucha por el reconocimiento de los derechos y el acceso a la tierra para las camponesas brasileiras (Brasil) Rosana Tenroller – Movimiento demulheres camponesas de Brasil – MMC
  2. Voces de las mujeres rurales chilenas:tierra y trabajo (Chile) Luisa Curín – Asociación Nacionalde Mujeres Rurales e Indígenas- ANAMURI
  3. La “lucha por el mismo derecho”, propiedad privada y territorios en disputa en Guatemala (Guatemala) Diana García – Alianza de Mujeres Rurales de Guatemala
  4. La tierra, el sumak kausay y las mujeres (Ecuador) Irene León – FEDAEPS Ecuador/ALAI

3ª. PARTE: CAMPESINAS, SUEñOS Y REBELDíAS DESDE EUROPA

  1. La cotitularidad en las explotaciones agrarias familiares. Una larga lucha de las mujeres campesinas (Estado español y Galiza) Lidia Senra – Sindicato Labrego Gallego y Comisión de las Mujeres de Vía Campesina en Europa
  2. A sol i serena. Mujeres,campesinado y agroecología (Catalunya) Rosa Binimelis, Mariona Bosch, AmarantaHerrero – Institut d\’Economia Ecològica i Ecologia Política – IEEEP
  3. La mujer baserritarra,esa valiosa especie en peligro de extinción (EuskalHerria) Iratxe Arriola,Henar Gómez, Ainhoa Iturbe – EHNE-Bizkaia

4ª. PARTE: RETOS Y COMPROMISOS

  1. Mujeres campesinas e indígenas, mujeres abriendo caminos en defensa de la vida, de las personas y del planeta. Maria Jesus Pinto – Entrepueblos

 

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Idioma: Castellano
Año: 2009