25N “Día Internacional Por la Eliminación de las Violencias hacia las Mujeres y las Niñas”

Rebeldías feministas: Por una vida libre de violencias machistas en cualquier parte del mundo. ¡Construyamos territorios libres de violencias machistas!  

Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte nos sumamos este 25 de noviembre, al grito feminista internacional que nos convoca a concentraciones, acciones, manifestaciones … por una vida libre de violencias machistas en cualquier parte del mundo. 

Las rebeldías feministas que se expresarán en las calles serán una clara denuncia hacia los gobiernos y sus políticas públicas que no asumen sus competencias en el ámbito de la prevención, acompañamiento, protección y reparación. Pero también será una reivindicación y una alerta feminista para un cambio social estructural que apela al compromiso y a la corresponsabilidad de toda la sociedad para erradicar las violencias machistas.

Denunciamos  las violencias machistas que se expresan de numerosas formas: los asesinatos y violencias al ámbito de la pareja o ex-pareja, la violencia vicaria, el acoso sexual o por razón de sexo al ámbito laboral, académicos y culturales y otros espacios de relaciones sociales, la violencia económica e institucional, las agresiones sexuales, la violencia digital, la violencia obstétrica y un largo etc. 

Denunciamos  las violencias machistas del extractivismo, ejercidas en los conflictos ecoterritoriales contra las defensoras de derechos humanos en países de Abya Yala y en el resto de los países.  Las mujeres defensoras de derechos humanos son quienes activamente se enfrentan a las empresas transnacionales que devastan sus territorios con megaproyectos, a los gobiernos que violentan los derechos humanos. La violencia a la que están expuestas las mujeres defensoras de derechos humanos atenta en contra de su seguridad y de su vida y son una forma de condicionar su lucha. Con sus reivindicaciones cuestionan los valores del capitalismo y del sistema patriarcal, racista, heteropatriarcal y colonial hegemónicos, que también desde el “Norte Global”  debemos denunciar y combatir

Denunciamos las violencias machistas ejercidas contra organizaciones feministas que sufren persecución, hostigamiento y asedio de gobiernos autoritarios y fundamentalismos religiosos, que criminalizan su trabajo de defensa de los derechos de las mujeres y disidencias sexuales, así como la construcción de democracias radicales desde abajo y con mujeres organizadas. 

Nos solidarizamos y acuerpamos con las compañeras feministas en el continente americano, en especial en Centroamérica.  Condenamos estos intentos de persecución que abocan a los movimientos sociales a la clandestinidad, siendo esta otra forma de expresión del patriarcado violento, y hacemos un llamado a construir redes de solidaridad internacional feminista que permita sostener, visibilizar y abrazar las luchas de nuestras compañeras del Abya Yala.

Denunciamos  las violencias machistas  de la pobreza, la exclusión social, la ley de extranjería, y la precarización del trabajo de las mujeres, en especial migrantes, de ayuda a domicilio, y de los cuidados, que impide a miles de mujeres, llevar una vida con dignidad .

Denunciamos las violencias machistas digitales y on line. El auge de las nuevas tecnologías ha amplificado el campo donde se ejercen las violencias machistas, más tóxicas, siendo las TIC el ámbito más usado por la población joven.Esta violencia tiene graves consecuencias para quien las sufre: ansiedad, depresión, miedo. Daño en la reputación, pérdida del empleo e incluso abandono de los estudios.

Impulsamos:  #DaleDLT  una campaña de sensibilización a jóvenes de entre 17 y 22 años sobre las violencias sexuales en el ámbito digital. A partir de los aprendizajes de las organizaciones feministas y las organizaciones sociales con las que hemos impulsado este trabajo en Perú, que se ha lanzado en estos días . Una campaña digital de ámbito estatal impulsada por Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte en coordinación con AIETI, Enraiza Derechos, y en Perú coordinada con Demus  y la Asociación Kallpa .

Con esta campaña queremos llegar a un público joven para romper con los mandatos de género. Abrir la opción que existe la posibilidad de poner límites y eliminar la violencia machista de sus vidas.

Apoyamos: En Perú la campaña  Vivir sin miedo”, impulsada por Demus y Asociación Kallpa, en el ámbito de la  Cooperación Internacional, dentro del marco del Convenio “Por el derecho de las mujeres, adolescentes y niñas a una vida libre de violencias, en las regiones de Cusco y Lima “ para sensibilizar sobre la violencia sexual en el ámbito digital a mujeres y hombres de entre 17 y 22 años. En Vivir sin miedose entrelaza el continuum de violencias, la transgeneracionalidad de las violencias de género y la situación actual en los territorios donde trabajamos; sumando a ello los desafíos y retos desde los feminismos peruanos para la educación y la prevención de violencia en la niñez y adolescencia.

Desde Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte seguiremos trabajando para: 

  • Construir redes de solidaridad internacional feminista que permita sostener, visibilizar y abrazar las luchas de nuestras compañeras del Abya Yala.
  • Visibilizar las violencias sexuales que viven jóvenes y adolescentes en diferentes espacios: Redes Sociales, Universidades, espacios de ocio, etc.
  • Denunciar las violencias del extractivismo sobre las Defensoras del territorio
  • Compartir  los desafíos y retos desde los feminismos internacionalistas  para la educación y la prevención de violencia en la niñez y adolescencia
  • Aprender de las experiencias de las jóvenes y adolescentes ante las violencias sexuales desde diferentes geografías (territorios).
  • Compartir estrategias desde diferentes ámbitos y espacios para dar respuesta a las violencias sexuales en jóvenes y adolescentes, en el terreno de la denuncia, prevención y sensibilización .
  • Derogar la Ley de extranjería, que ejerce una gran  violencia sobre las mujeres migradas, subordinando sus vidas al patriarcado, así como el cierre definitivo de los CIES.
  • Exigir que políticas públicas pongan la vida en el centro, contra la pobreza y la exclusión social, con una asignación presupuestaria que garantice una vida digna para las mujeres.
  • Exigir la regularización de las personas migrantes .

#VivirSinMiedo      #DaleDLT       #ActivistasPorLaVida

¡Territorios y cuerpos  libres de violencias!

¡Feminismo Internacionalista!

¡Mujeres migrantes con todos los derechos!

¡La ley de extranjería es violencia!

¡Los cuidados en el centro de la vida!

¡El capitalismo, el racismo y el colonialismo son violencia!

¡Defensoras no están solas!

La violencia sexual contra las mujeres y adolescentes aumenta en Internet

Entrepueblos, AIETI, Enraiza Derechos, Demus Perú y la Asociación Kallpa impulsan una campaña para sensibilizar sobre la violencia sexual en el ámbito digital a mujeres y hombres de entre 17 y 22 años.

Alertan del incremento de problemas relacionados con nuevas formas de violencia sexual en el entorno digital como la sextorsión y el sexpreading en Internet.

La campaña busca generar debate y sensibilizar a la ciudadanía dotándola de herramientas para que identifique y desmonte la cultura patriarcal que sustenta la violencia machista a través de una pieza audiovisual y contenidos en redes sociales.

 

Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra el 25 de noviembre, Entrepueblos, AIETI, Enraiza Derechos, Demus Perú y la Fundación Kallpa han puesto en marcha una de sensibilización sobre violencias machistas digitales que se llevará a cabo en redes sociales a través de Tiktok y Instagram.

El auge de las nuevas tecnologías ha amplificado el campo donde se ejercen las violencias machistas, siendo las TIC el ámbito más usado por la población joven. Según un estudio realizado por DonesTech en 2019, el 30% de las  mujeres que sufren violencias en las TIC, son violencias sexuales. Violencias que  ejercen principalmente exparejas (45%), amigos (21%) o  parejas (15%).

Las violencias machistas online tienen la particularidad que pueden ejercerse en cualquier momento y lugar, siendo fácilmente viralizables lo que provoca graves daños en las mujeres y niñas que las sufren. Según el mismo estudio, el 76% de las personas que la sufren viven con miedo, depresión o ansiedad.

La pieza central de la campaña es este videoclip que nos narra la historia de una relación sexo afectiva heterosexual entre dos jóvenes y que refleja violencias machistas que viven las mujeres con el objectivo de consciencar a la población juvenil de evitar la creciente amenaza de violencia sexual generada en el entorno digital tanto a adolescentes como a mujeres adultas.

También, nos narra expresiones de masculinidad tóxica lanzando un mensaje a chicos y a chicas de que la violencia machista no es una cosa privada sino que todas y todos podemos contribuir a su reproducción o todo lo contrario, a su erradicación.

Esta pieza audiovisual pretende ser una muestra de la capacidad resiliente y el poder colectivo de las mujeres y el necesario cuestionamiento por parte de los hombres en el ejercicio de su masculinidad más tóxica.

La campaña se difundirá en redes sociales a través de los influencers AnaIn y Mauro Cyan, especialmente en Tik Tok y Instagram, las redes que principalmente usan la generación Z.

Influencers:

Tik Tok: @maurocyan y @laanaintw.
Instagram:
@maurocyan y @laanain

CONTACTO

premsa@laconcentrica.cat

605.600.211

 

Caravana feminista para apoyar a las trabajadoras transfronterizas de Ceuta

Trabajadoras transfronterizas con derechos

ENTREPUEBLOS se suma al Manifiesto de apoyo a las mujeres transfronterizas en Ceuta y participaremos, el domingo 14 de noviembre, en la Caravana Feminista de solidaridad que se esta organizando. 📝 INSCRIPCIONES

La situación de trabajadores y trabajadores transfronterizos en Ceuta es absolutamente intolerable. Algunas llevan hasta 20 años trabajando a diario en Ceuta, sin que se les reconozca ningún derecho y tras el cierre de la frontera, llevan más de año y medio sin poder salir de la ciudad autónoma ni ver a sus familiares.


📄 Manifiesto

APOYO A LAS TRABAJADORAS TRANSFRONTERIZAS DE CEUTA

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) y las organizaciones abajo firmantes consideran insostenible la situación que sufren las trabajadoras transfronterizas en Ceuta desde el cierre de fronteras, y exigen a la Delegación de Gobierno de Ceuta que proceda a regularizar la situación de las mismas.

Recordamos que, a raíz de la crisis sanitaria que vivimos desde marzo de 2020, las trabajadoras y los trabajadores en régimen transfronterizo (más de 3.500) llevan año y medio sin poder cruzar la frontera y volver con sus familiares, con una angustia y ansiedad que se comprende. Estas han quedado bloqueadas a ambos lados tras el cierre de la frontera, y como consecuencia de ello, han perdido su trabajo, sus cotizaciones y derechos laborales básicos. Las personas del colectivo atraviesan una vulnerabilidad social, jurídica y emocional gravísima, de la que ninguno de los dos países se hace responsable.

Insistimos en que se encuentran totalmente desamparadas a causa de la imposibilidad de ir a Marruecos para renovar su documentación, lo que repercute, por ejemplo, en su derecho a la asistencia sanitaria en los centros de salud, precisamente en una situación de crisis sanitaria como la actual.

Denunciamos que esta situación está vulnerando su dignidad y libertad, pues no pueden plantearse el mínimo futuro cuando son políticas migratorias inhumanas las que predominan sobre el respeto de los derechos humanos.

Apoyamos a este colectivo, que habita en un completo limbo socioeconómico sujeto a los movimientos e intereses geopolíticos de España y Marruecos, a causa de unas políticas migratorias que las excluyen del sistema y las dejan sin posibilidades de construir una vida digna, siempre dependiendo de los acuerdos entre ambos países.

Las trabajadoras y trabajadores denuncian que están absolutamente olvidados y que les es imposible lograr una estabilidad y una seguridad mínimas, que les permita desarrollarse libre y dignamente como seres humanos. Sienten frustración ante la inacción de las administraciones y esto tiene consecuencias para su salud emocional y su salud mental, cada vez más amenazada en esta situación.

Consideramos inadmisible que personas que, en muchos casos, llevan sosteniendo el Estado de Bienestar en Ceuta desde hace más de 20 años, contribuyendo y aportando al desarrollo del país, sigan sin tener un permiso de trabajo y residencia y una estabilidad.

Por todo ello, las organizaciones firmantes exigimos medidas urgentes por parte de la Delegación del Gobierno en Ceuta para regularizar la situación de estas personas y terminar con la injusticia y vulneración que sufren. Además de reivindicar la apertura de las fronteras de Ceuta para normalizar una situación a todas luces injusta que se eterniza sin mayor motivo.


Si quieres informarte y participar, puedes hacerlo escribiendo un correo a 📧 apdha.cadiz@gmail.com o llamando al 📞956 228511 o 690 019644.

Transición energética y colonialismo: Punto de vista desde el norte de África

Los precios del petróleo han experimentado una caída sin precedente en el año 2020, lo que ha conmocionado al sector de los combustibles fósiles.

El impacto ha sido brutal en las compañías petroleras, especialmente en el sector del petróleo de esquisto estadounidense, cuya extracción tiene un alto coste. También ha aumentado la presión económica de los países petroleros africanos, como Angola, Argelia, Libia y Nigeria, que han visto crecer su déficit presupuestario y han sentido la hemorragia en sus reservas de moneda extranjera. En este contexto, algunos analistas se han apresurado a especular que la pandemia podría acabar con la industria del petróleo y contribuir a salvar el medio ambiente. No obstante, es preciso ser precavidos ante tales afirmaciones eufóricas y tal optimismo.

En tiempos de crisis, si hablamos en serio sobre trascender el petróleo, resulta crucial examinar con detenimiento los vínculos entre los combustibles fósiles y la economía en general y abordar las relaciones de poder y las jerarquías del sistema energético internacional. Estas relaciones tienen sus raíces en los legados coloniales y neocoloniales, así como en prácticas de desposesión, saqueo de recursos y apropiación de tierras, especialmente en el Sur Global.

En el imaginario popular, cuando hablamos de energía hablamos de carbón, petróleo y gas. La mayor parte de estos recursos (especialmente los dos últimos) proceden del Sur. Al modo de controlar y saquear estos recursos se le llama “extractivismo”. Se puso en marcha en 1942 con la conquista de las Américas y ha sido estructurado mediante el colonialismo, la esclavitud, la explotación y la violencia pura y dura. En la actualidad continúa con la creación de “zonas de sacrificio” y en forma de guerras imperialistas y gobierno militarista del mundo.

Las economías del Sur ocupan una posición subordinada dentro de la división profundamente injusta del trabajo global: por una parte son proveedoras de recursos naturales baratos y de una reserva de mano de obra barata y por otra proporcionan un mercado a las economías industrializadas. Esta situación fue impuesta y configurada por el colonialismo, y los intentos para superarla han sido hasta ahora derrotados por las nuevas herramientas de dominación imperial: la deuda paralizante, la religión del “libre comercio” y los programas de ajuste estructural entre otras. Buena parte de ello ha contado con el respaldo de las élites nacionales parasitarias.

Estas herramientas de dominación no solo condenan a los países del Sur global a un modelo económico orientado hacia el exterior –dirigido por la necesidad de responder a las demandas de los países ricos– sino que también limitan el espacio político para una toma de decisiones soberana, como el abandono de los combustibles fósiles. Un ejemplo contundente es el Tratado de la Carta de la Energía, un peligroso acuerdo de inversiones que permite a la industria de los combustibles fósiles mantener el control de los recursos y seguir dañando el planeta.

La agroindustria es otra de las formas en que se entrelazan la dominación imperialista y el cambio climático. Es una de las principales causas de este último y además mantiene a muchos países del Sur global prisioneros de un modelo agrario insostenible y destructivo. Este modelo se basa en la exportación de cultivos comerciales y el agotamiento del suelo y de los escasos recursos hídricos de regiones áridas y semiáridas como Egipto y Marruecos.

Levantamiento anti-fracking en Ain Salah, Argelia

Levantamiento anti-fracking en Ain Salah, Argelia

Aunque algunos gobiernos occidentales presuman de proteger el medio ambiente por prohibir el fracking dentro de sus fronteras y plantear objetivos de reducción de emisiones de carbono, ello no les impide apoyar decididamente a las multinacionales que explotan yacimientos de gas de esquisto en sus antiguas colonias, como hizo Francia con Total en Argelia. Desplazar los costes de una industria tan destructiva del Norte al Sur es una estrategia del capital imperialista en la que el racismo medioambiental se une al colonialismo energético.

La transición a las energías renovables puede ser de carácter extractivista. Dos ejemplos del norte de África muestran la manera en que el colonialismo energético se reproduce en forma de “acaparamiento verde”. La planta solar de Uarzazat (Marruecos) empezó a funcionar en 2016 y se publicitó como la mayor del mundo. Pero si escarbamos bajo la superficie obtendremos un panorama más sombrío. En primer lugar, la planta se instaló en tierras de comunidades agropastoriles bereberes sin su aprobación ni consentimiento. En segundo lugar, este megaproyecto está bajo control de intereses privados y ha sido financiado mediante una deuda que asciende a 9.000 millones de dólares. En tercer lugar, el proyecto no es tan “verde” como afirman sus promotores, pues requiere un uso exhaustivo de agua para el enfriamiento y limpieza de los paneles solares. En una región semiárida como Uarzazat, desviar el agua de su uso doméstico y agrícola puede ser fatal para la población local.

Lo mismo ocurre con el Proyecto Solar Tunur, en Túnez, que produce energía barata para Europa Occidental y priva a los tunecinos de ella. Planes coloniales del mismo estilo se están desplegando ante nuestros ojos mediante un flujo sin restricciones de recursos naturales baratos (incluyendo la energía solar) del Sur al Norte, mientras Europa Occidental se fortifica para evitar que otros seres humanos alcancen sus costas.

Una transición verde y justa debe transformar y descolonizar de manera radical nuestro sistema económico global, inadecuado desde el punto de vista social, ecológico e incluso biológico. También requiere una revisión de las pautas de producción y consumo intensivas en energía y profundamente derrochadoras, especialmente en el Norte global. Tenemos que superar la lógica imperial y racializada de la externalización de los costes que, si no cambia, solo generará colonialismo verde y un mayor extractivismo y explotación (de la naturaleza y la mano de obra), con el fin de lograr unos objetivos supuestamente verdes.

La lucha por la justicia climática y una transición justa precisa reconocer las diferentes responsabilidades y vulnerabilidades del Norte y del Sur. Deben pagarse reparaciones ecológicas y climatológicas a los países del Sur que son los más castigados por el cambio climático y han sido condenados a un extractivismo predador por el capitalismo global.

En un contexto global de lucha imperial por la influencia y los recursos energéticos, el discurso sobre la sostenibilidad y una transición verde no debe servir para embellecer prácticas neocoloniales de saqueo y dominación.

Hamza Hamouchene, Transtational Institute

Publicación original en Africa is a country. Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo


[Imagen de portada: Capitalismo verde:megaplanta solar de Ouarzazate, en Marruecos, la más grnade del mundo que suministra energía a Europa]

Encuentros internacionales feministas: Construyamos territorios libres de violencias machistas

Los días 14, 15 y 16 de octubre nos encontramos en Barcelona para las Encuentros internacionales feministas: Construyamos territorios libres de violencias machistas en diálogo con el Sur Global!

Entrepueblos y la Cooperativa Cúrcuma abrimos un diálogo entre las voces feministas de Catalunya, el Estado Español y América Latina. Hemos puesto todas nuestras energías para construir un diálogo interseccional e interconectado con el objetivo de compartir estrategias, debates y retos en torno a las violencias machistas con compañeras feministas del Sur y Norte Global.

 


Consulta el programa y guárdate las fechas, en formato presencial y virtual.

Inscríbete https://cutt.ly/SEf6hSq🖊️


Programa de las jornadas internacionales feministas

Jueves, 14 de octubre

18:00-18:30 Presentación de los encuentros y actuación musical de Las Amigas de Yoli

18:30-20:30 Mesa inaugural: Plantemos cara a las violencias sexuales en jóvenes y adolescentes: respuestas y retos desde diferentes ámbitos y geografías.

Participan:

  • Gema Manzanares: Cofundadora de EnRedadas por el Arte y la Tecnología (Nicaragua)
  • Emilia Salazar Chávez: Socióloga feminista e integrante del equipo DEMUS (Perú)
  • Barbara Biglia: Profesora del departamento de Pedagogía de la Universitat Rovira i Virgili e investigadora principal del proyecto SeGReVUni (Tarragona)

Modera: Laia Serra, Abogada experta en violencias

Viernes, 15 de octubre

18:00-20:00 Mesa redonda: Maternidades cuestionadas y retirada de custodias: violencia institucional, racismo y falso SAP

Participan:

  • Soledad González: Feminista, politóloga, integrante de Cotidiano Mujer (Uruguay)
  • Rebeca Gregson Tovar: Madre migrada, psicóloga social especialista en participación y acción comunitaria. La Tregua e IPECAL (Barcelona)
  • Silvia Aquiles: Activista anti-SAP (Barcelona)
  • Daniela Ortiz (Perú)

Modera: Sílvia Aldavert Garcia, Coordinadora de L’Associació de Drets Sexuals i Reproductius e integrante de la Campaña por el Derecho al Aborto.

Sábado, 16 de octubre

11:30-13:30 Mesa redonda: Reflexiones en torno a las violencias machistas a través de diversas voces feministas desde Cataluña, el Estado Español y América Latina.

Participan:

  • Lolita Chávez: Indígena guatemalteca, activista y feminista defensora de los Derechos Humanos (Guatemala)
  • Pastora Filigrana: Abogada y defensora de Derechos Humanos (Sevilla)
  • Lilián Celiberti: Feminista e integrante de Cotidiano Mujer y Articulación Feminista Marcosur (Uruguay)
  • Montserrat Cervera: Activista feminista de Novembre Feminista (Ca La Dona – Barcelona)

Modera: Nuria Alabao, Periodista y coordinadora de Feminismos de Ctxt.es

13:30-14:00 Cierre con teatro espontáneo del Colectivo de Mujeres de Matagalpa: “Aperturas”

28 Septiembre. Día de Acción Global por un aborto legal, seguro y gratuito

Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte nos sumamos al grito global convocado por las organizaciones feministas en todo el mundo por:

“el derecho a nuestros cuerpos y nuestras vidas: ¡Derechos sexuales y reproductivos, para todas y en todas partes!  Sólo desde un enfoque que reivindique nuestro derecho a decidir, construiremos una sociedad de personas libres”.

Las organizaciones feministas en todo el mundo convocan acciones y movilizaciones en las calles este próximo 28 de septiembre.

En este 28 de septiembre, Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe nos sentimos comprometidas desde nuestros valores internacionalistas con todas las mujeres que luchan por la despenalización total del aborto, el disfrute pleno de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, los Derechos Humanos y la Justicia Global.

En la mayor parte de países de África y de América Latina, el aborto está totalmente prohibido. En algunos países de Asia está severamente restringido e incluso cuando es legal, las mujeres tienen que sufrir costes elevados y la inaccesibilidad de la atención adecuada al aborto. En varios países de Europa (seis países europeos mantienen leyes de aborto muy restrictivas y no permiten el aborto a petición o por motivos sociales amplios), y cada vez más en los Estados Unidos, las mujeres se enfrentan a feroces ataques de los grupos fundamentalistas religiosos y de derechas que desean reducir su libertad sexual y reproductiva, imponiendo restricciones legales y financieras, un mayor estigma y discriminación y obstaculizando todavía más el acceso de las mujeres a abortar.

Este 28 de septiembre también queremos celebrar que gracias al trabajo y activismo que llevan haciendo muchas compañeras feministas desde hace años, el aborto se convirtió en ley en Argentina, en México la Suprema Corte despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo en un fallo histórico para el país, aunque el fallo solo obliga al Estado de Coahuila a modificar su Código Penal al respecto.

Todo nuestro reconocimiento al trabajo que durante años han impulsado las organizaciones feministas de América Latina, que ha permitido ir ampliando el pequeño grupo de países de la región conformado por Argentina, Uruguay, Cuba, Guyana, Guayana Francesa, Puerto Rico y algunas zonas de México, donde se permite en la actualidad que las mujeres soliciten un aborto legal sin importar la causal del embarazo.

  • Obstáculos en el ejercicio del derecho abortar en el Estado Español

En estos últimos meses algunos medios de comunicación en el Estado Español por fin se han hecho eco de las denuncias realizadas desde hace años por las organizaciones feministas en relación con el Derecho al Aborto en nuestro entorno más cercano.

Solo el 15% de los abortos en España se hacen en centros públicos de salud. Han pasado once años desde que España aprobó la Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo ([1]), pero, a pesar de ser un derecho reconocido, persisten obstáculos que impiden su acceso: La objeción de conciencia de los y las profesionales de la salud, la autorización de menores ([2]) y la falta de tarjeta sanitaria para las mujeres en situación irregular de residencia, son principales trabas para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos en el sistema público.

No son casos aislados, la inmensa mayoría de las interrupciones voluntarias del embarazo no se producen en centros de la red sanitaria pública, sino en clínicas especializadas con las que la Administración concierta el servicio. La sanidad pública debe dotarse de los recursos necesarios para garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Es urgente revertir la situación actual: en el ámbito de la sanidad privada (según datos de Sanidad), en 2019 se realizaron más del 85% de los abortos.

La no obligatoriedad en el cumplimiento de la ley, obliga a miles de mujeres al año a desplazarse a otras provincias en las que existan clínicas concertadas, ya que no en todas las hay,  porque ni siquiera en estas situaciones los públicos los asumen. Eso a pesar de que la ley reconoce «a todas las mujeres por igual el acceso a la prestación, con independencia del lugar donde residan».

En relación con la Objeción de Conciencia, hay profesionales que directamente se oponen por razones morales, pero también es evidente, que sigue siendo una práctica estigmatizada y no normalizada sobre la que no se habla y no se forma a profesionales, no da prestigio ni suma en la carrera profesional.

  • #28S ACCIÓN GLOBAL POR LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO

Denunciamos que miles de mujeres mueren en el mundo por abortos clandestinos. ¡Miles de mujeres abortan cada año, dentro y fuera de la legalidad!

Mostramos nuestra solidaridad con todas y cada una de las mujeres represaliadas, criminalizadas y estigmatizadas por defender el derecho de las mujeres al aborto.

Apoyamos las reivindicaciones de los colectivos feministas que incluyen la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) como parte de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y defienden que se trata de una cuestión de derechos humanos y salud pública:

  • Aborto libre, gratuito, feminista, seguro y dentro del sistema público de salud para todas las mujeres, sin excepciones.
  • Educación sexual para decidir, anticonceptivos para abortar y aborto libre, gratuito, accesible y seguro para no morir. Para todas las mujeres y cuerpos gestantes, sin excepciones.
  • Ni un paso atrás, ningún retroceso en el reconocimiento de la autodeterminación del cuerpo de las mujeres.

Os invitamos a participar activamente en las acciones convocadas por las organizaciones feministas en vuestros territorios.

28 de septiembre 2021

 

[Imágenes graficas de  DEMUS – Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer]

 

¡Abortar es un derecho humano fundamental!

¡Educación sexual para decidir!

¡Aborto libre para no morir!

¡Autodeterminación sobre nuestros cuerpos!


[1] Esta ley despenaliza la práctica de la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras 14 semanas del embarazo. La ley entró en vigor el 5 de julio de 2010. La regulación anterior -Ley Orgánica 9/1985- despenalizó el aborto en varios supuestos.

[2] La Ley Orgánica 11/2015, a propuesta del Partido Popular, modificó la Ley 2/2010 de salud sexual y reproductiva haciendo obligatorio el permiso paterno para que las menores de 16 y 17 años puedan acogerse a la interrupción voluntaria del embarazo.

Patrona vive, la lucha sigue!!!

Hoy los tambores garifunas resuenan en todo el universo!

Hoy tu lucha incansable se recuerda en toda Centroamérica!

Hoy la fortaleza de tu mirada reposa en Ofraneh… en Honduras!

Hoy la solidaridad internacional saluda tu rebeldía, tu esperanza, tu espíritu insurrecto!

Gracias, compañera del alma… seguiremos caminando codo con codo en esta guerra desigual por construir otro mundo posible!!!

Patrona vive, la lucha sigue!!!

Asociación Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte

Guía didáctica “Emergencia climática”

Propuesta pedagógica elaborada por Entrepueblos y Edualter para abordar la emergencia climática desde la complejidad, a partir de diversos lenguajes y miradas, procurando transversalizar la temática en los diferentes ámbitos y esferas de la vida.

La propuesta didáctica está enfocada al alumnado de segundo ciclo de la ESO y de Bachillerato. Se concreta en 8 propuestas pedagógicas, que mediante actividades y recursos busca transversalizar la temática en los diversos ámbitos de la vida para que también se pueda desplegar como proceso integral que permita trabajar competencias curriculares de diversas áreas, y no exclusivamente desde las áreas científicas.

Junto con las propuestas educativas se desarrollan consideraciones metodológicas, con el objetivo de que pueda ofrecer herramientas e itinerarios diversos que impulsen estrategias desde la comunidad educativa ampliada como parte del proceso local y global que permita trabajar competencias curriculares orientadas hacia la transformación ecosocial, justa, inclusiva y feminista.

Destacamos que para la elaboración de la guía hemos contado con la revisión y aportaciones de Carmen Sala y José Antonio Antón, activistas de Entrepueblos, así como docentes del Grupo de Trabajo EduGlobalStem a través de Edualter. También queremos destacar especialmente la implicación desde el inicio del proceso de jóvenes de Fridays For Future Barcelona. Este trabajo colectivo nos ha permitido añadir solidez a la propuesta pedagógica.

En este proceso de construcción colectiva estamos trabajando actualmente en un complemento a esta unidad didáctica dirigida a profesionales docentes, que pondremos en práctica del 5 al 9 de julio en la Escuela de Verano Rosa Sensat. Material complementario fruto de este proceso y desde los aprendizajes de su puesta en práctica, que incorporaremos, con las adaptaciones que correspondan, a este material inicial.

La Unidad Didáctica Emergencia Climática se puede descargar en el espacio de publicaciones de la web de Entrepueblos y trabajarla en centros educativos de secundaria, educación de adultos, ciclos formativos, ámbitos de educación informal, colectivos, etc. Aborda una serie de temáticas a través de propuestas metodológicas, actividades y materiales complementarios, en caso de que se quiera profundizar, que son adaptables al espacio-tiempo así como al público al que nos vamos dirigiendo y acompañando (alumnado, profesorado, vinculados a movimientos o grupos climáticos y sociales, que trabajen por la justicia global: social, climática, ambiental, de cuidados, …).

Del 22 de marzo al 30 de abril Entrepueblos y Edualter realizamos una prueba piloto, poniéndola en práctica con alumnos y alumnas de cuarto de ESO del Instituto Quatre Cantons del barrio de Poble Nou en Barcelona, paralelamente a la finalización de la edición y maquetación de la unidad didáctica.

Esta guía pedagógica pretende colaborar en esta transformación cultural que debemos realizar como sociedad, y lo hacemos con el firme convencimiento de que la educación es de las herramientas con mayor potencial. Con la modesta pretensión de que sea de utilidad para hacer un abordaje integral de la temática en las aulas.

De manera indirecta, también se pretende que una de los resultados de llevar al aula el conjunto de las actividades que proponemos, sea fortalecer el movimiento juvenil y estudiantil comprometido con la justicia climática. Se trata claramente de fomentar la movilización hacia la acción, la asunción de compromisos individuales y el aumento de la percepción de corresponsabilidad con la temática, teniendo presente tanto lo más micro, a partir de la propia cotidianidad, como lo macro a partir de la comprensión de las dinámicas globales, los acuerdos internacionales y los compromisos políticos existentes, para poder articular acciones e incidencias contextualizadas y coherentes.

El posicionamiento pedagógico de la propuesta didáctica se enmarca en una educación para la justicia global, entendida desde enfoques de la emancipación, los feminismos y la decolonialidad, convocando otros conocimientos y saberes, aquellos que se han negado dentro de los procesos académicos y desde la historia occidental

Por eso, a lo largo del recorrido de la guía se priorizan los “cómo” antes que los “qué”, apostando por poner la atención en los procesos. Se pretende abordar la temática desde la complejidad y no con la idea de transmitir un conocimiento en su totalidad, sino desde las fisuras, desde las dudas y desde las contradicciones, asumiéndose como seres emocionales y vulnerables, y poniendo conciencia en nuestra existencia de ecodependencia e interdependencia.

En definitiva, abordamos la temática desde la perspectiva de justicia climática; incorporando las miradas individual – sistémica, del norte y sur global, cuestionando el modelo socioeconómico, aportando alternativas.

Natàlia Riera, área de Educación de Entrepueblos


Si quieres contactar para mayor información, asesoramiento y/o para que participemos en algún proceso nos puedes escribir a:

  • Entrepueblos → educacion@entrepueblos.org
  • Edualter → edualter@pangea.org

 

 

Vivir Sin Miedo, comunicación feminista para transformar imaginarios en Perú

Cuando preguntamos a las mujeres del norte de Lima y del interior de Cusco, cuál era la principal barrera que encontraban en sus vidas para enfrentar las situaciones de violencia de género, a pesar de situarse en dos territorios tan dispares, el “miedo” apareció omnipresente en las respuestas.

Miedo a perder a los hijos, miedo a no tener un techo donde vivir, miedo a sufrir represalias, miedo a la violencia sexual, a ser juzgada por el entorno, a ser revictimizada por el sistema.

Siglos de represión y dominación patriarcal había logrado atravesar los cuerpos de las mujeres con miedo, una emoción reactiva que, aunque nos ayuda a protegernos antes situaciones de peligro, también paraliza, inmoviliza, nos hace pequeñas, perdiendo en ese mar de sensaciones atenazantes nuestra capacidad de agencia para romper cadenas, para dar paso a vidas nuevas.

“Vivir Sin Miedo, es nuestro derecho”, nos dijo un día de noviembre de 2019, la comunicadora afroperuana Sofía Carrillo, reunida con nosotras en la sala de las conspiraciones de Demus, allí donde junto al equipo de Kallpa, buscábamos hacía semanas un lema para una campaña gestada entre todas para prevenir las violencias machistas.

Recuerdo que una de las preguntas que más me interpelaron de muchos de los diálogos que entretejimos en esa habitación fue: “pero, ¿cómo? ¿qué les ofrecemos a las mujeres para que puedan vivir sin miedo?” El feminismo institucional peruana había gastado años haciendo incidencia política para que el Estado se hiciera cargo, años de movilizaciones, proyectos de ley, diálogos políticos, para construir una arquitectura institucional que pudiera poner freno a las violencias y a sus múltiples expresiones.

Sin embargo, décadas después del inicio de esta travesía, 135 feminicidios, 97926 casos de violencia y 5521 mujeres desaparecidas tan solo en 2020, nos ayudan a dimensionar la gravedad de esta lacra. Las denuncias son ínfimas en relación a la incidencia de casos, solo 289 de cada 1000 mujeres agredidas físicamente acudieron a alguna institución en busca de ayuda (Endes, 2019). El dato no extraña ¿Quién quiere acudir a un sistema que revicitimiza, descree e incluso culpabiliza a la propia víctima?

¿Vivir sin miedo, tejiendo redes? Las respuestas colectivas frente a las violencias no son estrategias nuevas, pero las acciones de los feminismos parecen no ser suficientes para llegar a aquellos distritos y comunidades donde la violencia ocurre. Lamentablemente cada espacio vació es ocupado a una velocidad vertiginosa por iglesias de todo tipo con las que disputamos el sentido de palabras tan importantes como vida, familia o comunidad.

¿Puede ser el feminismo/ los feminismos una respuesta real para el día a día de las mujeres peruanas? ¿O dejaremos que el apoyo comunitario llegue atravesado de nuevos mandatos de sumisión, fundamentalismos, control de nuestros cuerpos? Cientos de feligreses engrosan día a día las filas de las iglesias evangélicas. Al fin y al cabo, son comunidades donde las mujeres encuentran apoyo y sostén en lugares donde el tejido social ha sido profundamente dañado por las lógicas del neoliberalismo, y la ceguera estatal hacia los problemas que atentan contra la vida misma.

Tejiendo redes suena bien, pero las mujeres de Acomayo, una región en la provincia de Cusco donde Kallpa trabaja “no lo entienden” me dice Eutropía Delgado, ni siquiera tiene una traducción literal en quechua. Nosotras decimos “Mana Manchakuspa Kawsasunchiq Kawsayninckikta awaspa” “Vivamos sin miedo, tejiendo nuestras vidas”. Me quedo maravillada con la potencia de esta frase que transciende el sentido de la propuesta inicial, planteada en un lenguaje alejado de las cosmovisiones andinas, más cercano a nuestras lógicas de proyecto.

Es marzo del 2020 y ante mi incredulidad inicial frente al paciente cero peruano, de un día para otro acabamos confinadas sin entender muy bien lo que está ocurriendo en el país. Las alas de mariposa aletearon en Wuhan a cientos de miles de kilómetros, desencadenando una de las crisis sanitarias más letales que ha enfrentado la especie humana.

Desde esta Lima cerrada a cal y canto, más allá del miedo al contagio, nos quita el sueño imaginar los miles de mujeres que deben convivir con sus agresores a lo largo de cuatro ininterrumpidos meses que duraría esta primera fase de inmovilización social obligatoria. Ante la imposibilidad de desplazarnos a los territorios y comunidades solo nos queda difundir los canales de denuncia del Centro de Emergencia Mujer a sabiendas que es insuficiente, a sabiendas que están colapsados, que muchas se encontrarán con teléfonos comunicando, con conversaciones en chats sin respuesta. La sensación de impotencia es tremenda. Vivir sin miedo, entretejiendo nuestras vidas, suena al mejor de los mundos posibles, ahora que no sabemos aisladas, confundidas, confinadas en la familia nuclear radiactiva.

Pero las mujeres no paran, y ante la estupefacción e inoperancia del Estado -que a duras penas logra anunciar la entrega de bonos sociales que tardarán aún meses en llegar a los bolsillos de las familias- cientos de mujeres se organizan en barrios para hacer frente al hambre que asola al pueblo. Haciendo colectas, desbordan el confinamiento doméstico para cocinar en común y alimentar a familias hacinadas en casas sobre las que ondean banderas blancas. Las mujeres de la Red de Carabayllo son el motor en este distrito de Lima Norte, ellas ponen el cuerpo y la fuerza de trabajo para sacar esta inmensa tarea adelante que son las ollas comunes. Mientras las clases medias y altas se miran aterradas visualizando en cada interacción una posibilidad de contagio, estas mujeres en barrios sacan de donde no hay para tejer solidaridad y apoyo mutuo.

En noviembre de 2020, 6 meses después del inicio de esta crisis, nos damos cuenta que necesitamos ir un poco más allá, que tenemos buenas ideas, pero nuestras posibilidades de hacer ruido, de generar impacto, son pocas. Nos hablamos entre nosotras, predicando a las convencidas, pero el feminismo es “ideología de género”, es “odio hacia los hombres disfrazado de igualdad”, es “resentimiento y venganza” en boca de “Con Mis Hijos No Te Metas” y estos peligrosos movimientos que emulan el “Hazte oír” español y que con sus caravanas, megáfonos y videos virales hacen de nuestros sueños un cuco que amenaza la tranquilidad y paz de las familias tradicionales.

“Vivir sin miedo” es una campaña que nace con la urgente necesidad de parar la violencia contra las mujeres en nuestro país, reza en la página web, uno de los canales que buscan dar a conocer esta iniciativa para romper estereotipos y creencias que sostienen la violencia de género. Mujer Montaña, una canción que, de la mano de artistas peruanas, hace referencia a las montañas de Acomayo en Cuzco y los cerros de Carabayllo en Lima, al mundo andino, a la migración, a esta idea que soñamos germinar: que las mujeres juntas podemos hacerle frente a todo, que allí donde el Estado no llega las mujeres organizadas podemos parar y poner freno a la violencia.

La voz de Susana Baca, cantante afroperuana, ex ministra de cultura y ganadora de un premio Gramy, retumba en mi habitación y mi corazón se estremece cuando escucho las voces de estas mujeres coreando: “Si toca a una nos tocan a todas porque despertamos, ya nunca más solas.”

En febrero de 2021, Mujer Montaña transciende nuestra comunicación oenegera, irrumpe en el ciberespacio en grupos de whatsapp, y se reproduce a la velocidad de la luz en redes sociales. Hemos roto todas las expectativas de impacto a las que estamos acostumbradas desde nuestra humilde plataforma de difusión. Pero más allá de eso, conmueve leer comentarios que señalan que Mujer Montaña es un himno, que ya era hora de ver mujeres reales y no las versiones blanqueadas que la publicidad vende, que se sienten identificados con esos rostros, con esos cuerpos que resuenan y vibran con los mensajes de hacer frente a las violencias machistas.

No hay duda que el arte es un gran vehículo para cambiar imaginarios, y los rostros de estas potentísimas mujeres que desde Carabayllo y Cusco sostienen la vida cada día, se comen la pantalla. Renata Flores, cantante ayacuchana de 18 años, que está revolucionando las bases de la música en quechua, nos ayudará posteriormente a hacer una versión en esta lengua originaria en un video de construcción colectiva para el que recibimos decenas de colaboraciones de mujeres, desde diferentes lugares del Perú y amigas del Estado español, coreando “soy mujer montaña sueño lo que quiero, lo que me da gana”.

Esta canción constituye, sin duda, un hito en este camino que emprendimos junto a Demus y Kallpa, la Red de mujeres organizadas de Carabayllo y la Red Kuskaya de mujeres de Acomayo, pero feminizando la famosísima frase del poeta Cesar Vallejo, “aún queda mucho por hacer, hermanas” y las caravanas y acciones feministas ya llegan a los territorios para seguir dando vida a estos procesos que se construyen de a poco, en diálogo y desde abajo.

Agustina Daguerre, Entrepueblos Perú

 

Sigue las acciones de Vivir sin Miedo en https://linktr.ee/VivirSinMiedo

 

Pueblos originarios en rebeldía en el abya yala

Cientos de pueblos originarios defienden en América Latina sus territorios, los cuales albergan un tercio de los bosques del continente. A pesar de su vital labor para la supervivencia del planeta las vidas de hombres y mujeres indígenas están amenazadas por el extractivismo depredador.

En 1492 Europa “descubrió” el nuevo mundo, y el mundo hasta entonces conocido se derrumbó para los pueblos originarios del Abya Yala. El relato sobre lo que ocurrió después difiere mucho según el lugar de enunciación, pero lo que parece indudable es que, desde entonces, los sesgos del sistema capitalista patriarcal y colonial siguen atravesando las vidas de hombres y mujeres indígenas a todos los niveles. Mientras desde las narrativas eurocentradas se habla de brechas, desigualdad e inclusión para poner parches a la deuda histórica generada por siglos de saqueo y expolio de vidas, territorios, bienes comunes, ecosistemas…el Ejército Zapatista de Liberación Nacional nos recuerda en un reciente comunicado que a los pueblos indígenas no les conquistaron y que, por el contrario, siguen “en resistencia y rebeldía”. Pero permanecer en rebeldía sigue siendo muy caro para miles de personas defensoras ambientales, muchas de ellas pertenecientes a pueblos originarios, que cada día ponen el cuerpo para defender los bienes comunes de sus territorios, bases de los ecosistemas necesarios para la reproducción de la vida en este planeta tierra, nuestro único hogar. Según la CEPAL y Global Witness en 2019 fueron asesinados 212 defensores ambientales en el mundo. Dos tercios eran latinoamericanos y una de cada 10, mujeres; en el periodo 2015-2019 más de un tercio fueron indígenas. Las terribles cifras nos recuerdan que, frente a la aplastante impunidad que asolan estos crímenes, es fundamental caracterizar a los sectores con más asesinatos a sus espaldas: la minería, la agroexportación, las represas hidroeléctricas y la tala de árboles, es decir, el extractivismo en sus diferentes formas de expresión. Poniendo el foco en la crisis sanitaria, la pandemia del covid se ha cebado con los pueblos indígenas, sectores de la población con un deficitario acceso a servicios de salud y a la vacunación– menos aún con pertinencia cultural. Además de afectar a las formas de economía indígena y a su soberanía alimentaria, el debilitamiento generalizado de sus organizaciones ha influido considerablemente en su capacidad de control y defensa de sus territorios frente a los actores arriba mencionados. Algo muy preocupante, además, si tenemos en cuenta que hombres y mujeres indígenas están salvaguardando en sus territorios un tercio de los bosques del continente, lo cual supone el 14% del carbono almacenado en los bosques tropicales de todo el mundo. Como sabemos, la pandemia no es más que la punta del iceberg de las múltiples crisis que estamos viviendo en simultaneo, entre ellas el colapso climático. Frente a esta situación, un reciente estudio de la FAO afirma que allí donde los gobiernos reconocen formalmente los derechos colectivos de los pueblos indígenas la deforestación se reduce y los ecosistemas se revitalizan, al mismo tiempo que los niveles de criminalización y asedio frente a sus formas autónomas de vida disminuyen radicalmente. Al igual que las comunidades zapatistas, cientos de pueblos siguen hoy en resistencia y rebeldía, mostrándonos que sus sueños colectivos sigue vivos, defendiendo como señalaba Elisa Loncón, presidenta mapuche de la Convención constitucional chilena, un continente “plural, plurilingüe, con todas las culturas, con todos los pueblos, con las mujeres y con los territorios (…) que cuide la Madre Tierra, que cuide las aguas, libre de toda dominación”. Ojalá este 9 de agosto, día internacional de los pueblos indígenas, sus palabras retumben en la Europa fortaleza. Desde la solidaridad internacional seguiremos denunciando los despojos e injusticias generadas por el capitalismo patriarcal y colonial, trabajando local y globalmente hacia la transición ecosocial que tanto necesitamos.

Agustina Daguerre García, es ecofeminista, cooperante de Entrepueblos en Perú.